El lugar era propicio, estábamos en su cómoda y caliente cama; no había
nadie en el departamento así que estábamos solos, momento perfecto para
empezar a jugar el peligroso juego de la seducción; y entre risas y
manos traviesas empezamos desordenar su cama y a propuesta mía fue que
terminamos bajo su edredón; y el edredón perfecto para tapar nuestras
manos que se divertían dibujando nuestras líneas
y nuestras piernas que se enredaban unas con otras y poco a poco
estábamos más cerca, haciendo que el calor sea cada vez más fuerte, que
las ropas sean un estorbo y haciendo que la necesidad de sentir nuestra
piel sea tan fuerte e insoportable.
Y yo lo sentía ahí entre la piernas y mi respiración se aceleraba y mis
manos querían arrancarle la ropa pero él me miraba tan suavemente y el
tiempo se detiene y tenemos todo el tiempo del mundo, y todo está en
cámara lenta; el se mueve despacio, despacito mientras beso sus labios y
mis manos se meten bajo su polo; sus manos acarician mis piernas y con
las yemas de sus dedos me hace vibrar sin mucho esfuerzo; y baja sus
labios a mi cuello siempre moviéndose despacio, despacito; y es tan
sexy, mientras besa mi cuello, su respiración sobre mi oreja hace que mi
corazón se acelere aun mas; y mis piernas van atrapándolo por la
cintura y el sigue moviéndose despacio, despacito; el calor es cada vez
mas fuerte pero a ninguno nos interesa; y sus manos se meten bajo mi
cintura y levantándome hace escapar de mi un gemido ahogado, y es tan
sexy y seguimos en cámara lenta; y empezamos a movernos al mismo ritmo y
despacio, despacito vamos ahogando nuestras bocas entre besos, besos
apasionados, besos húmedos, besos con lengua; mientras mis manos se
pasean por su espalda las suyas acarician mi trasero hasta llegar a mis
piernas y volviendo a mi trasero, simples caricias que me hacían vibrar,
y es tan sexy; y poco a poco y sin prisa le voy abriendo la camisa y
mis manos se distraen con su pecho mientras nos besamos tan lentamente,
mis manos van bajando por su pecho hasta su ombligo donde me detengo
porque no quiero que todo deje de estar en cámara lenta; y el moviéndose
siempre despacio, despacito y besándome sin prisa agarrándome del
cuello, empieza a bajar la mano por mi clavícula hasta llegar al centro
de mi pecho, y con las yemas de los dedos iba bajando mi polo hasta que
mi brasier sea visible, y yo agarrando sus caderas mientras él las mueve
despacio, despacito, y es tan sexy; y sus manos empiezan a contornear
mis senos, empiezan acariciándolos y después los aprietan solo lo
suficiente y siempre moviéndose despacio, despacito, mientras mis
piernas ya no saben cómo atraparlo más, mis caderas bailan al mismo
ritmo de sus caderas, y es tan sexy; y sus labios bajan por mi cuello y
bajan hasta mis pechos y los besa suavemente, sin prisa, sin
desesperación, los roza con sus labios mientras sus brazos me atrapan
por el dorso y me levanta mientras besa mis pechos y ya no puedo mas y
es tan sexy; y sus labios van bajando y con los dientes termina de bajar
mi polo, y yo ya no puedo más, y yo ahí suspendida en el aire en sus
brazos mientras él se acerca a mi ombligo y lo moja con sus labios y
saca la lengua y, haciendo una línea perfectamente recta, la lleva de mi
ombligo al botón de mi jean y yo estoy por estallar, y es tan sexy; y
empieza a hacer líneas con esa húmeda lengua por todo mi vientre
mientras sus manos luchan silenciosamente con el broche doble de mi
brasier y yo estoy a punto de estallar; y sus labios llegan a mis pechos
y sus manos logran liberarlos del cruel brasier y los besa, los lame,
los muerde y es tan sexy; y ahora su pecho y mi pecho palpitan juntos,
pegaditos y sudados por tanto calor que hace bajo ese edredón y sus
labios vuelven a los míos y algo en el ha cambiado, su mirada es
diferente y sus besos tienen otro sabor, sus manos ya no dan caricias,
sus besos ahora son mordidas y mis manos se aventuran en sus pantalones y
sus manos intentan arrancarme la piel y yo lo siento en las manos, tan
duro y tan grande y el lleva su mano entre mis piernas y siente el calor
que de mi sale entonces en un ademan idéntico cada uno va por el botón
del otro y casi arrancándolo logramos cruzar esa línea entre el juego y
la realidad, los jeans se hacen complicados de sacar por el sudor y la
desesperación del momento, pero nunca imposible; y estábamos ahí en ropa
interior uno sintiendo al otro, y el ritmo había cambiado, era más
rápido , más salvaje, y nuestras manos apretaban con fuerza el cuerpo
del otro hacia uno y ya no podíamos mas, ya no podíamos seguir
postergándolo y nuestras manos sin necesidad de instrucciones
especificas nos quitaron las únicas prendas que aun llevábamos puestas
pero una vez desnudos y tan cerca, no nos apresuramos porque él entre en
mi, respiramos un momento y nos miramos llenos de placer y volvimos a
la cámara lenta; y el entro lentamente y yo quebraba la espalda al
sentir cada centímetro suyo entrando en mi; y los gemidos y sonidos
ahogados salieron sin poder silenciarlos y mientras sus brazos me
apretaban contra él y mis brazos se aferraban a su cuello y el se movía
despacio, despacito y era tan sexy; y en cámara lenta sudamos uno sobre
el otro, moviéndonos despacio, despacito y al mismo ritmo, como
perfectos compañeros de baile, como si hubiéramos nacido para este
momento y este placer, despacio, despacito; mis piernas lo atrapaban y
acercaban aun mas a mí, no dejando que ni un centímetro suyo se quede
fuera mío, y el pasaba sus brazos por debajo de mi cintura y me
levantaba y era el lugar exacto el que tocaba dentro mío y sin poder
evitarlo algo en mi exploto conjuntamente con mis gemidos, gemidos que
colaboraban a que él se excite aun mas y también exploto conmigo; los
dos con ruidos ahogados y con las bocas secas, completamente mojados y
muertos por el calor y cansancio; terminamos abrazados sin querer
dejarnos ir; sin prisa ni desesperación nos besamos y reímos…y el era
tan sexy!
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