liga de la lujuria

liga de la lujuria

viernes, 9 de septiembre de 2011

no siempre es tan bueno


Salimos la primera noche, tan solo necesitaba satisfacer mi necesidad, un juego más, una noche como las demás con algo de acción,  y luego despedirnos sin compromisos, sin preocupación. Fue idea suya entrar a una casa abandonada, fue iniciativa suya quitarnos algo de ropa y fue ella quien prohibió que yo siguiera su ejemplo.
No dejaba de hablar, me empezó a idolatrar, decía que todo esto era un sueño, que había añorado estar conmigo desde que me había visto, que le encantaba besar mi pecho y que me había elegido para ser el primero, que era perfecto. Entonces no pude dejar de sentirme incomodo, esto no era normal. No pude mas, la vi a los ojos y ya no era el ratón de biblioteca que había elegido como víctima, ya no era yo quien llevaba la batuta, ella buscaba una relación formal, entonces me detuve.
Le dije que era mejor que nos fuéramos, que era tarde; hizo caso omiso a mis palabras y me desabrocho el pantalón, empezó a tocarme. Me dijo que anhelaba sentirme dentro suyo. Sentía como movía su mano dándome placer pero mi razón decía que debía detenerme, que esto no podría terminar bien; “Cesar está loca, te ha estado observando desde el primer día de clases, es una obsesiva y ¿si es psicópata? Será mejor irnos” mi mente recitaba nerviosa cada una de estas palabras, mi intuición me decía que debía huir.
  • ¡Rayos! – exclame- olvide que necesito un libro para un trabajo que he de presentar mañana, debo ir a buscarlo, lo siento tendremos que dejar esto para mañana. – me apresure a ponerme nuevamente mi camisa, el jersey y la chalina y Salí apresurado de la deshabitada casa en la que estábamos.
Ella caminaba a paso firme tras mis huellas, me ponía cada vez más nervioso, entonces gire sobre mis talones y le dije que la buscaría mañana para continuar nuestro jueguito. Le di un beso en la mejilla y me monte en una combi para alejarme rápido de ella.
Tenía que asistir a clases de contratos pues arriesgaba mucho si faltaba, entre y ella no estaba, sentí alivio, atendí a aquello que decía el docente, ella no estaba, quizá se había arrepentido por lo apresurado de nuestra “confraternización”. De pronto el docente sonríe hacia la puerta y hace un gesto aprobando el ingreso de alguien más, olvide mi agnosticismo y comencé a rezar a cada santo a pesar de haberlos criticado durante tanto tiempo, pero han de estar resentidos conmigo por tanta blasfemia pues allí estaba ella, con una sonrisa de oreja a oreja, me apresure a ponerme los audífonos baratos de mi móvil y a subirle el volumen a la música, mientras ella se acercaba a mi pupitre. Todo andaba tan bien y de pronto era una pesadilla, hubiera preferido soñar con Freddy Krueger antes de tenerla a ella sentada a mi costado.
No dejaba de mirarme, yo trataba de no hacerle caso, pero ella estaba a mi lado acosándome, desnudándome con su mirada lujuriosa, de pronto me paso una nota.
“ayer la pase muy bien, hoy no he dejado de sonreír, es que eres perfecto para mi, cuando hablas, cuando lees, cuando escribes, cuando cantas, cuando caminas siento que de solo verte estoy en un mundo diferente. ¿Que haremos hoy?”
¡Maldición! No podía creer lo que estaba leyendo, entonces pensé: “que rayos, hagámoslo” le devolví la nota diciendo: “será una sorpresa”
Ella me miro y sonrió.
Termino la clase y decidí llevarla a la oficina donde practicaba, habían pasado las 8 pm así que estaba vacía y resolví que si haría esto sería para satisfacer más que una necesidad, así que decidí tener sexo sobre los escritorios, como si fuera mi secretaria, cumpliría una fantasía.
Estábamos besándonos, nuevamente yo no traía  la camisa puesta, ella dejo caer su brasier, yo estaba sentado en el lugar del jefe, ella a un lado del escritorio de rodillas me besaba el pecho, comenzó a bajar, yo estaba siendo complacido, ya no me importaba que sea una loca, estaba a punto de ser muy bien recompensado por hacer que conociera un algo de placer. Estaba tan cerca que creí que me comenzaría a jugar con su lengua sobre mi pene. Pero porque rayos no podía mantener la boca cerrada, antes de empezar con la felación me miro y dijo: “¿no te dirán nada en casa verdad?  Porque en mi casa mi mama sabe que salí contigo y que probablemente llegaría un poco tarde”.
Me incorpore en poco menos de un pestañeo, y le pedí que repitiera lo que acababa de decir, esperaba haber escuchado mal debido a la excitación pero lo dijo una vez más, y me dijo que sí, que seriamos enamorados por lo menos su mama debería saberlo. Yo estaba atónito, casi desnudo parado en medio de la oficina, la mire a los ojos y le dije: “tu y yo no estaremos, y no es por ti, solo que no estoy preparado para una relación” trataba de no ser tan crudo pues en realidad pensaba “¿acaso estás loca? ¿De dónde sacas que quiero una relación? Esto es solo sexo y adiós” pero me daba miedo que se volviera loca y quisiera matarme o matarse. Me vestí y le pedí que hiciera lo mismo.
En la esquina de la Av. Arequipa con la Av. Centenario me dijo que ella tomaría el camino de la derecha sabiendo que yo seguiría de frente, asentí y se puso histérica y me dijo: “¿acaso no puedes aunque sea fingir que te intereso un poco y pedirme que caminemos juntos?”   La mire a los ojos y le dije: “no”. Encendí un cigarrillo y seguí mi camino

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